Hiere el alma el grito de auxilio
que aflora en la mirada fría y gris
de tu cuerpo serpentino que yace tendido
en este cause de riberas mal olientes,
entregado como quien lleva en su seno
una enfermedad Terminal,
afligido y triste herido de muerte.
Las lilas tienden de verde el lecho,
queriendo proteger tu fuente dadora de vida
de los depredadores humano.